“…Hagamos al hombre a nuestra imagen…”
Por Sheij Mohammad Abdullah Ansari
Y dijo Dios: Hagamos al
hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y ejerza dominio sobre
los peces del mar, sobre las aves del cielo, sobre los ganados, sobre toda la tierra,
y sobre todo reptil que se arrastra sobre la tierra. (Biblia, Génesis 1:26)
Tu Señor dijo a los ángeles: “Voy a poner en la
tierra a alguien que ha de heredarla.”
Dijeron: “¿Vas a poner en ella a alguien que
extenderá la corrupción en ella y la corromperá -- mientras que nosotros
proclamamos Tu gloria infinita, Te alabamos y santificamos Tu nombre?”
[Dios] respondió: “Ciertamente, Yo sé lo que
vosotros no sabéis.”
Y enseñó a Adán los nombres de todas las cosas;
luego se las mostró a los ángeles y les dijo: “Decidme los nombres de estas
[cosas], si es verdad lo que decís.”
Dijeron: ”¡Gloria a Ti! No tenemos más conocimiento
que el que Tú nos has impartido.
Ciertamente, sólo Tú eres omnisciente, sabio.”
Dijo: “¡Oh Adán! Infórmales de los nombres de estas
[cosas].”
Y cuando [Adán] les hubo informado de sus nombres,
[Dios] dijo: “¿No os dije: ‘Ciertamente, sólo Yo conozco la realidad oculta de
los cielos y de la tierra, y conozco todo lo que ponéis de manifiesto y todo lo
que ocultáis’?” (Corán 2:30-33)
En
el libro del Zohar, Rabbi Simón ben Yohay dice, “Lastima los que dicen que el
Torá (los primeros cinco libros del Antiguo Testamento, los libros de Moisés) contiene
cuentos literales. Las historias en el
Torá son la ropa del Torá y ellos que piensan que la ropa es el Torá verdadero
y no hay nada más serán condenados y no tendrán nada en el siguiente mundo.” (El libro del Zohar es el libro más
importante de la Cábala, la rama mística del Judaísmo y el predecesor al
Sufismo, los son portadores del conocimiento perenne.)
El
Torá literal con sus historias y decretos, si tomados literalmente, no contienen
nada que nos ayude a reconocer o conocer nuestro Creador. Aún más, hay decretos y leyes en eso que la
razón y lógica no toleran.
Cualquier
persona que ha leído o intentado leer el Antiguo Testamento seguramente se ha asustado
y/o incrédula por los acontecimientos descritos. Además de sucesos difíciles creer hay mucha
violencia y situaciones que parecen no tener nada que ver con lo
espiritual. Sin embargo el Torá así como
los otros libros sagrados está lleno de sabiduría ocultada detrás simbolismo y
alegoría. El Torá es muy profundo pero
para entenderlo o tiene que leerlo en su idioma original (Hebreo) y estudiar la
ciencia mística de ese idioma que es en realidad un código espiritual, leer las
interpretaciones en el Zohar y otros libros de la Cábala o meditar y hacer
prácticas espirituales para descifrar el contenido escondido detrás de la
“ropa” literal.
Como
el Antiguo Testamento, nosotros también somos recipientes de conocimiento
enterrado, cubierto de vestidura engañosa.
El ego y nuestra imagen de ser, nuestra idea de quienes somos, nuestros
deseos materiales, miedos y nuestro concepto de auto-importancia, nos ciegan de
nuestra realidad como chispas de la esencia divina, nuestra realidad como
“imágenes de Dios”. En este momento
estamos muy lejos de esta realidad pero esa es la mera razón por la que Dios
nos envió a la tierra, nuestro propósito en esta vida es la realización,
descubrir y poner en acción nuestra divinidad oculta. Los
nombres que Dios enseñó a Adán eran los infinitos atributos de Dios mismo (los
99 nombres en el Corán así como otros tantos) y la “nuestra imagen” de Génesis
representan el potencial que todo tenemos de “Sé perfecto
como tu Padre en el Cielo” (Mateo 5:48)
Nada de eso sucede
automáticamente y nadie puede hacerlo por ti (o por mí), hay trabajo para
hacer. No hay otra razón por la que
estamos aquí, así que debe ser nuestra prioridad.
La Tariqa Sufí Islámica Qadiri-Rifai
Ansariyya
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