La intensión #7
por Maestro
Mohammad Abdullah Ansari
El desequilibrio es una palabra que escuchamos
mucho en los campos de la medicina, la psiquiatría y el esoterismo o sendas
espirituales. En la medicina hablan de
desequilibrios químicos u hormonales lo que quiere decir que hay un exceso o una
falta de una sustancia en el cuerpo o cerebro que causa afectos no
deseables. En la medicina alternativa se
usa ese término mucho pero de una forma vaga igual como los “guías espirituales”
que hablan del balance de la mente, cuerpo y espíritu. No es claro lo que quieren decir pero suena
bien. Muchas veces enfrentada por una
“autoridad”, “experta” o “líder espiritual” la gente acepta declaraciones sin
pensar y mucho menos preguntar o exigir definiciones claras. Así que vemos muchas expresiones que agarran
la atención, que suenan deseables y hasta fantásticas pero en el fundo no
tienen una realidad. Es como un comercial
de la televisión de parches que comen grasa.
Todo mundo quiere una panacea, una pastilla que cure todo rapidísimo sin
trabajo. Así que mejor no hagas
preguntas que pueden explotar la burbuja.
Bueno, si te pones una bata blanca o traes un turbante y una barba larga
nadie va a cuestionarte por miedo de parecer estúpido. El hecho es que no hay preguntas estúpidas. Y me hace preguntar los que no quieren
responder a preguntas o responden con expresiones como, “es una cuestión de
fe”, no, no, no; la fe es una cuestión de conocimiento. Yo sólo tengo fe en lo que conozco. Pero, puesto que he usado los términos
desequilibrio y balance en ocasiones, voy a explicar lo que quiero decir.
En realidad di unas pistas para la respuesta de
esto en la parte anterior de esta serie de escritos. El universo está perfectamente ordenado, es
decir, balanceado. El desequilibrio
ocurre cuando algo está fuera de lugar.
Cuando pasa eso, el desorden, el universo pone en marcha medidas para
rectificar la situación y regresa las cosas a su lugar o proporciones
correctas. En el cuerpo humano cuando
las proporciones de químicos no están correctamente balanceados según las
especificaciones del fabricante, se refleja en la salud de la persona y se
deben tomar medidas para poner todo en orden – ya sea el que el cuerpo mismo
mando hacer cambios como glóbulos blancos para matar intrusos, virus o bacterias,
o el doctor o curandero receta medicina para hacer lo mismo, para aumentar lo
que le falta al cuerpo o desminuir lo que hay en exceso.
Cualquier problema que sea físico o emocional, se
debe a algún tipo de desequilibrio. Muy
popular hoy en día es el estrés. El
estrés (un término elegante para tensión o nerviosismo debido al miedo) aumenta
la producción de algunas hormonas en el cerebro que a su vez manda
instrucciones erróneas al cuerpo que provocan reacciones para corregir condiciones
que no existen las cuales perturban el balance de sustancias en el cuerpo y/o
los procesos de los órganos. El
resultado por supuesto es perjudicial a la salud de la persona, no sólo física
sino también emocional.
Así que el desequilibrio es cuando las cosas no
están en sus lugares apropiados.
Entonces tiene razón los sistemas de meditación, ejercicio o masaje como
remedio al estrés y para muchos problemas físicos y emocionales; el grado de
efectividad depende del método y la dedicación del estudiante. Bueno, también
ese “depende de” es la razón por la que muchas veces no dan resultados. El remedio no es más que superficial si no se
ataca la raíz del problema y/o porque la persona no persiste en el plan.
A final de cuentas todo estriba en lo espiritual ya
sea si lo expresas en términos religiosos o de otra forma. No hay ninguna cosa que no tiene razón, todo
sucede por algún motivo. Todo encaja en
un todo, todo está conectado y todo afecta a todo lo demás de una manera fuerte
o leve. En la ciencia eso se reconoce y
hasta tiene un nombre; se llama el efecto mariposa. Es parte de la teoría de caos que se origina
de la meteorología; dice que si una mariposa en Borneo aletea sus alas, eso
afecta el clima en Inglaterra. Nuestras
vidas está afectados por miles de factores fuera de nuestro control, no sólo
aquí en la tierra sino en todo el universo y aún más, en otras dimensiones no
visibles para los ojos normales.
En tu cuerpo si todo está en su lugar, está
funcionando según su propósito, vas a estar bien de salud. No hay desequilibrios y así todo anda
bien. Hasta emocionalmente vas a sentirte
mejor. Si eso es permanente o temporal
depende de que si estás equilibrado con el Cosmos y las leyes divinas.
Si meditas con la intensión de calmar el estrés, lo
lograrás durante el tiempo en que estás meditando o haciendo ejercicios y por
un rato después pero no permanentemente a menos que puedas mantener la actitud
durante todo el día. Si meditas y haces
ejercicios especiales con la intención de ponerte en armonía con el universo,
desarrollar sentidos internos y afinar las frecuencias vibratorias las cuales
componen el cuerpo humano, vas a tener un chance de sobrevivir en el mundo
real, el mundo multidimencional, lo visible y lo invisible. Te convertirás en un guerrero espiritual.
“El Absoluto trabaja con nada. El taller y las materiales son los que no
existen. Trata de ser una hoja de papel en
blanco. Sé un lugarcito en el suelo
donde nada estén creciendo, donde algo se puede plantar, posiblemente una
semilla del Absoluto.” (Rumi)
¿Recuerda que hablamos de wu wei, el no-hacer o
no-acción? Eso significa estar abierto,
en un estado de aceptación a la orden universal, bueno, Dios. Eso significa hacer trabajo para estar
abierto a las fuerzas o vibraciones positivas y protegido de las fuerzas
vibratorias negativas.
El cuerpo es como un instrumento musical que tiene
una multitud de cuerdas. Cada cuerda
tiene su frecuencia y resuena con frecuencias fuera, en el mundo y el universo,
en el mundo visible y en los mundos invisibles.
Tenemos dentro de nosotros todo el universo, lo bueno y lo malo. Para equilibrarnos con lo bueno tenemos que
activar las cuerdas o frecuencias positivas y desactivar las negativas. Se hace a través de diferentes formas de
meditación, ejercicios físicos específicos y la intensión. La intensión es una combinación de deseo y
fuerza de voluntad. Necesitamos aprender
a usar la intensión y desarrollar la fuerza de voluntad.
Una vez que logramos afinarnos y ser hojas en
blanco, sólo tenemos que mantener este estado.
El resto no es asunto nuestro, llega el momento de no-hacer y Dios se
apodera e nosotros y: El hombre es como un arco en la mano del
poder divino; el Altísimo lo emplea para unas acciones; estas acciones, en
realidad, son obra de Dios, no del arco. El arco es un instrumento y un medio, pero
inconsciente de Dios, para que se mantenga el orden del mundo. ¡Qué feliz y excelente es el arco que sabe en
manos de quién está! (Rumi)
El guerrero
espiritual sale de la sala de meditación y ejercicios a la calle y ve y siente
las fuerzas peligrosas que nos rodean pero no tiene miedo y puede con
ellas. Sabe esquivar, bloquear y hasta
controlar al enemigo. Su cuerpo está
entrenado y tiene un escudo que lo proteja.
El mundo así se transforma en un instrumente para su desarrollo
espiritual y no un obstáculo.
El cuerpo
también, tan despreciado por los religiosos fanáticos y puritanos, contiene la
llave al conocimiento profundo y al universo.
Para abrir el cuerpo y hacerlo un receptor como un radio sintonizado al
Universo es el trabajo de los que tienen la intensión bien dirigida. Continuaremos inshallah.
Yoga Sufí
mojamadabdula@gmail.com