La meditación y sus formas 3
por Sheij
Mohammad Abdullah Ansari
Para la persona
normal el cuerpo y este mundo son todo – yo soy este cuerpo y lo que pasa en
este mundo es de importancia primordial.
La persona que, por una de varias razones, empieza a dudar eso y sentir
la realidad de una vida y realidad más allá de esta vida terrenal, puede empezar
a rechazar el cuerpo, la materialidad y menospreciar esta vida. Si la persona sigue investigando, estudiando,
haciendo practicas espirituales y/o encuentra un maestro/a espiritual,
reevaluará esta óptica y llegará a entender que este cuerpo, vida y mundo son
sumamente importantes y son, juntos, el camino que nos conducirá a la siguiente
etapa de nuestra existencia. Al ver el
cuerpo con ojos interiores vemos un lugar, no un objeto fijo restringido por
tiempo y espacio. Y el mundo es una
escuela en que debemos aprender realidades cósmicas para que pasemos al otro
lado. No aprender, es decir, reprobar el
curso de estudios de esta escuela puede tener consecuencias desagradables y
posiblemente permanentes. Según este
esquema hay tres grupos, los que están sumergidos y atrapados en lo material
totalmente cegados a realidades más allá de los sentidos físicos, los que
intuyen otra realidad y rechazan lo material creyendo que uno excluye al otro
(lo material y lo espiritual), y los que han llegado a entender que todo es uno
y lo material y visible es una parte imprescindible de un total mucho más
grande.
Hoy en día somos
diferentes de nuestros ancestros; a diferencia de ellos, quienes o entendían
innatamente o tenían la naturaleza de creer y seguir ciegamente la sabiduría
común (los campos energéticos del conocimiento colectivo) y a los sacerdotes y
maestros; nosotros queremos razones, queremos saber por qué y queremos saber
qué vamos a ganar por dedicarnos a cualquier actividad. Por esa razón hablamos con más profundidad
del proceso y funcionamiento de la meditación y sus formas no normalmente
consideradas como meditación y por qué nos conviene pasar tiempo en ellas.
La religión
común insta a la gente a buscar la “salvación”.
Nos amenaza con el infierno y nos incita con varias versiones del
paraíso. La vida cotidiana ya nos ha
devorado a un grado que la salvación buscada por la mayoría es salvación de las
dificultades y el sufrimiento experimentado física, emocional y materialmente
en esta vida dura. Y el paraíso que más quiere
la gente es puramente material o por lo menos, alivio del sufrimiento que hace
su vida difícil. Aún los ancianos fieles
para que ya no tengan esperanza de una felicidad mundana, esperan una vida
celestial en el cielo después de la vida pero que se asemeja a un paraíso
material en donde todo es bonito según sus sueños y gustos.
Bueno, ¿crees
que eres diferente? Todos hemos pasado
por un proceso de lavado de cerebro en que el mundo en que vivimos nos ha
convencido que él es todo. Hemos digerido
esta idea aún cuando decimos que no.
¿Cómo? Aunque proclamamos que
creemos en una realidad más allá de lo material, estamos llenos de
preconcepciones, imágenes y deseos de cómo es la “realidad más allá”.
Hay tantas cosas
notados en el mundo físico por los físicos, astrónomos y cosmólogos científicos
que no tienen explicación más que fuerzas invisibles y misteriosas, que es
ahora aceptado por la mayoría de los científicos que lo material visible
constituye no más que el 5% por ciento del universo. Hablan de material y energía oscura que nadie
sabe que es.
De algunas
maneras los científicos son mejor que nosotros.
Ellos deducen realidades más allá de lo visible basadas en realidades
que han visto y pueden medir. Ellos
están dispuestos a cambiar de opinión si descubren nuevos hechos y no hay
espacio en ellos para sus deseos personales.
No importa si su matrimonio anda bien o mal, su hijo ha metido en la drogadicción,
no alcanza para todos los gastos o cualquier problema personal – los hechos son
los hechos.
No obstante la
actitud superior del científico en general, alguien que busca la realidad en la
rama espiritual, ya que sea la razón, tiene algunas ventajas sobre el
científico, si entiende bien la verdadera naturaleza del ser humano, busca las
repuestas dentro. Dentro de nosotros se
encuentra un espacio mucho más grande de todo el universo que los científicos pueden
observar o medir y todo eso es accesible a los que tienen la voluntad y
paciencia de persistir en el trabajo necesario.
Pero eso
requiere que tengamos la actitud de los científicos la cual parece, aunque
ellos no estarán de acuerdo, la esencia de la religión, que es sumisión total a
Dios. Es decir, tenemos que liberarnos
de nuestras propias ideas de como deben ser las cosas y ver el mundo y la vida
de forma totalmente objetiva. Los
budistas dicen que el deseo es el origen de todo sufrimiento. El deseo (material) no es más que otra manera
de expresar nuestro rechazo a Dios o el cosmos como es y la sumisión es otra
manera de expresar el estar en armonía con el universo.
Como el
científico ve que el universo se está expandiendo a una velocidad cada vez más
rápida, en contra de toda ley física y racional y deduce que tienen que haber
otras fuerzas no visibles involucradas, si nos vaciamos de nosotros mismos o
más bien el nafs/ego que nos quiere dominar, más que deducir que hay más de
nuestra realidad que lo visible y normalmente perceptible, podemos experimentar
esa realidad y mucho mucho más.
Esas ideas no
pertenecen a sólo una tradición espiritual, existen en todos las ramas
auténticas. Aquí en México existía y si
Dios quiere, existe gente que ha experimentado la verdad. El chamán Yaqui don Juan Matus, sobre quien
el antropólogo Carlos Castaneda escribió, usaba términos diferentes pero
expresó realidades idénticas que los esotéricos de todos los tiempos ya sean judíos
(cabalistas), cristianos (gnósticos) o musulmanes (sufíes). Dijo, “…en el universo hay una fuerza
inmensurable e indescriptible que los brujos llaman intento y que absolutamente todo cuanto existe en el cosmos está
enlazado, ligado a esa fuerza por un vínculo de conexión. Por ello, el total interés de los brujos es
delinear, entender y utilizar tal vínculo, especialmente limpiarlo de los
efectos nocivos de las preocupaciones de la vida cotidiana.”
La limpieza
de “preocupaciones de la vida cotidiana”
es el primer paso en la senda espiritual.
Es también lo que todos quieren aún si no creen en o quieren saber o
experimentar lo desconocido. Todos
quieren la paz y la liberación de estrés y la preocupación si es sólo para
relajarse un poquito. Bueno, eso se
logra vaciarse y haciendo contacto con la fuerza divina que penetra todo lo existente. Esa fuerza nos limpia y abre canales hacia el
conocimiento y nos libera.
Desde los
principios de los tiempos han existido métodos para hacer contacto con esa
fuerza. Continuará.
La Tariqa Sufí Islámica Qadiri-Rifai Ansariyya
sufiansari.com http://sufiansariblog.blogspot.m