sábado, 23 de abril de 2016

Intención #2- teoría y práctica
el cuerpo fantasmagórico
por Sheij Mohammad Abdullah Ansai
Además del cuerpo físico, diferentes tradiciones místicas hablan de otros cuerpos.  Hay diferentes versiones o métodos para separar o describir las partes que componen el ser humano.  Tienen clasificaciones como, cuerpo sutil, energético, astral, cuerpo mental o intelectual, etc.  Los yoghis hindúes enseñan cinco cuerpos como vainas o envolturas llamadas koshas.  Todos estamos hablando básicamente de las mismas cosas pero que estamos cortando el pay en diferentas puntos y con diferentes números de rebanadas.  El de separar un total (el ser, que en realidad es inseparable) en partes sirve para enseñar y aclarar ciertas funciones para que aprendamos a controlar, eliminar, limpiar o hacer otras tareas necesarias para nuestra maduración o evolución como seres humanos.
Un cuerpo que no se encuentra en ningún sistema comúnmente conocido, es el cuerpo fantasmagórico.  Su existencia aunque omnipresente en todo el mundo y en toda la gente, no es, en realidad, real.  Es un invento del nafs.  El nafs es el ser o alma terrenal que, en su estado original, es decir su propósito original, era necesario para funcionar en el mundo material.  Todavía sirve para eso, sin embargo, ha crecido más allá de su función y se ha convertido en una entidad dentro de la persona, un organismo o individuo que sobrecarga el ser real.  Es una personalidad falsa, egocéntrica, una fantasía creada. 
Ciertamente has visto niños viendo la televisión, su atención fija en la pantalla.  ¿Dónde está su mente?  Está dentro de la acción imaginándose a sí mismo como uno de los personajes en la actuación.  Les gusta vestirse como y/o fingiéndose ser súper héroes, “Barbi dolls” o pilotos, bomberos, policías, corredores de autos, futbolistas, etc., etc.  El juego es el trabajo de niños, es parte de su desarrollo y aprendizaje.  Pero muy poca gente deja esta etapa infantil.  Casi todo mundo vive en mundos de fantasía.  Todos hemos creado una imagen de ser, una idea de quienes somos y en casi todos los casos es una pura fantasía que nos bloque aprender y experimentar sobre quienes realmente somos y sin saber quienes somos no podemos conocer a Dios.
Un hombre se acercó al gran maestro sufí Bayazid, (nacido alrededor de 780 d.C.) y dijo, “He ayunado y orado por treinta años y no he encontrado la beatitud de que hablas.”  Bayazid contestó, “Si ayunas y oras otros trescientos años no la encontrarás.  “¿Cómo es eso?”, respondió el hombre.  “Tu egolatría actúa como un velo entre tú y Dios”, dijo el sabio.  “Dime la cura”, repuso el hombre con desesperación pero Bayazid le dio las malas noticias, “Es una cura que tú no puedes llevar a cabo”.  El hombre lo presionó sin descanso para que le revelara el secreto.  Al fin el maestro habló, “Ve al peluquero y rapa tu cabeza; quítate toda la ropa excepto el taparrabos.  Cuélgate una bolsa de nueces al cuello.  Ve al mercado y grita, ‘Cualquiera que me de un golpe en la nuca le doy una nuez.’ Entonces ve a la corte y haz lo mismo.”  El hombre respondió, “Yo no puedo hacer eso, dame otro remedio”.  Bayazid dijo, “Ese es el preludio indispensable para la cura, pero como te dije, eres incurable”.
Es más fácil para una persona dejar su fortuna que dejar su imagen de ser, “identidad” o “individualidad”.  Lo chistoso (bueno, es chistoso cuando uno llega a ver la verdad pero más bien triste antes de eso) es que es toda una fantasía inventada por el nafs o ser bajo, así como es el ego.
El chamán Yaqui don Juan Matus se refirió a eso como “importancia personal” y dijo que para descubrir y ver lo desconocido uno debe “borrar su historia personal”, igual como mi maestro Sheij Taner dice que debemos desaparecer.  En la psicología esotérica la llama identificación – nos identificamos con maneras de ser, otras personas y hasta cosas y nos imaginamos ser esas personas y actuamos como  ellas.  La gente compra ropa, carros, pinta su cabello, come y vive de maneras que coincida con su imagen de ser, auto-imagen, su percepción o fantasía inconsciente de quién es.  Recompensa su inseguridad personal con mentiras para aparentar una “importancia personal”.  Todo, por supuesto, sin querer o saber.
No saber, es decir, no estar consciente de eso es lo peor y esa es la condición de casi total del mundo.  Todos negamos que sea la verdad… hasta que empezamos a practicar ejercicios de auto-observación y meditación para aprender a ser objetivos y honestos con nosotros mismos. 
Don Juan dijo, “…Buscar la libertad es el único impulso que conozco.  La libertad de volar al infinito por ahí.  La libertad de disolverse; despegarse; ser como la flama de una vela, la cual, a pesar de ser comparado a la luz de mil millones de estrellas, se queda intacta, porque nunca fingió ser más de lo que es: un mera vela”.
En el Hinduismo la libertad se llama moksha.  Dependiendo de la rama de la religión, el Hinduismo es muy variado en sus creencias, puede significar la libertad del ciclo de nacer y renacer, es decir, la libertad significa para ellos que uno no nace o reencarna de nuevo por haber logrado la realización o iluminación.  O más como otras escuelas místicas, la libertad se crea significa la libertad de la maya (la ilusión de este mundo) y el apego a ello.  Libre del control del mundo, un estado de ver la realidad detrás de la fachada.
Antes de que pueda lograr esta libertad uno tiene que ver que es el apego y el control que tiene el mundo.  Uno tiene que sentir el peso del tirón del mundo y sus cosas.
El ser humano, visto y sentido con los ojos y sentidos interiores, no es fijo ni pesa.  Es libre, fluido, expansivo y conectado a todo el universo.  Con el desarrollo del ego y la personalidad falsa, o sea el cuerpo fantasmagórico, el ser se fija, adquiera peso, se hace rígido, se pierde consciencia de su realidad cósmica y se atará con la maya o ilusión material del mundo.  Sólo con la muerte del ego y la limpieza del nafs puede uno adquirir de nuevo la ligereza y cognición perdida.  No es algo que pasa automáticamente.  Uno tiene que trabajar.  Uno tiene que invertir tiempo.  Si todo viene sin trabajo, si viene a todos automáticamente, ¿cuánto valdría?  El libre albedrío no existiría sin la posibilidad de rechazarlo, cerrar los ojos, cometer errores.  El Sufismo Islámico dice que Allah Dios quiere nuestra sumisión y obediencia, pero voluntariamente.  Como dice el Corán, “No hay coacción en la religión”, debemos escoger libremente.
Debemos escoger trabajar, invertir tiempo en prácticas espirituales como la meditación y la atención.  Las meditaciones de movimientos sagrados y la de la repetición de palabras sagradas, los nombres de Dios (dhikr), de lo cual hablábamos y hablaremos más pronto, son los métodos más eficaces para la elevación del nivel del nafs, el derrumbo del ego y el desarrollo de los sentidos interiores. 
El de estar despierto requiere una elección consciente e intencional – la intensión de que habíamos hablado y como vamos a regresar.  Estar alerta significa más de lo que está pasando en los alrededores; es observarse a uno mismo e intencionalmente esforzándose por cortar las riendas del nafs/ego y sus reacciones violentas a situaciones y condiciones cotidianas de la vida.  Nadie puede llegar a la meta si es controlado por el miedo, el enojo, el orgullo, la arrogancia y la avaricia.  Todas las emociones son pesadas, nos atan, nos restringen y nos matan.  Todas ellas no son reales sino que constituyen parte del cuerpo fantasmagórico.  Ver eso requiere intensión y trabajo.  Si nacieras jorobado no sabrías como te sentirías sin la joroba.  Igual con el cuerpo fantasmagórico, no creerás su pesadez hasta que se te quite.

Continuaremos inshallah.

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lunes, 11 de abril de 2016

Intención #1- teoría y práctica
por Maestro Mohammad Abdullah Ansai
“Si en este mundo de imperfecciones buscamos todo lo bueno y bonito, existe la posibilidad de muchas decepciones.  Pero al mismo tiempo, si seguimos buscándolo, no buscando polvo y suciedad sino oro, lo encontraremos.  Y una vez que empezamos a encontrarlo, encontraremos más y más.  Llega un momento en la vida del buscador de la verdad cuando puede ver algo bueno en el peor hombre en el mundo.  Y cuando ha llegado a este punto, aunque lo bueno sea cubierto con miles de niveles de mal, él tocaría lo bueno, porque busca lo bueno y atrae lo bueno”. – Hazrat Inayat Khan
“Atrae lo bueno”, dijo este gran sufí, atraemos como imanes lo bueno o lo malo.  Parece que alguna gente tiene buena suerte y otra, mala suerte.  ¿O es que hacemos nuestra propia suerte?  Dios es Ar-Rahman y Ar-Rahim, el Compasivo y el Misericordioso.  El primero se refiere a la compasión y bondad que Él reparte sobre todo el mundo a todos igualmente, como Jesús dijo también, que el sol y la lluvia caen igualmente sobre todos.  Ar-Rahim es Su misericordia que va sólo a los que la merecen por su buena conducta.  ¿Entonces atrae la buena suerte por ser un buen chico o por hacer buenas obras?  No es tan sencillo.  Como mencionamos anteriormente, hay mala gente que hacen obras que benefician a mucha gente, o sea, personas que han hecho buenas obras pero que no fueron buena gente.  ¿Atraerían la compasión y misericordia de Dios – más bien, la conducta de cualquier persona provocó los cambios celulares y energéticos necesarios para hacerse un imán de la buena suerte?  Bueno, falta algo.  Falta la intensión correcta y el conocimiento del uso de la mente.  Para ser más preciso y no te engaño, no es realmente el uso de la mente, eso no se hace – eso se aclara cuando la verdadera naturaleza de la mente real o consciencia del corazón es conocido.  La que hace en realidad, es despejar el camino hacia la mente para que tu ser verdadero pueda funcionar.
Cuando uno se hace más consciente de la actividad del cerebro a través de formas de meditación y la práctica de auto-observación, se hace cada vez más obvia la confusión de ideas e impulsos contradictorios que corren constantemente allí.  Esta etapa puede ser tanto incomoda como instructiva.  Pero ahora la persona tiene la oportunidad de tomar decisiones reales, o sea, escoger entre opciones que realmente puede hacer avances beneficiosos para su vida.  La vida esencialmente es escoger entre una opción y otra.  Estamos haciendo elecciones continuamente a cada momento.  Para la persona normal ese proceso no es consciente, todo pasa de forma semi-automática.  Cuanto más despierta está la persona más clara se hace toda la actividad no visible tanto del cerebro y fuerzas internas de la persona como energías y movimientos externos de la persona.  Esa es la verdadera realidad de la vida material – su estructura no visible energética.
En lo que concierne al individuo, todo estriba en elecciones e intenciones. 
En la Parábola del Sembrador, Jesús (la paz sea con él) nos cuenta, “Un agricultor salió a sembrar.  Mientras iba esparciendo la semilla, una parte cayó junto al camino; fue pisoteada, y los pájaros se la comieron.  Otra parte cayó sobre las piedras y, cuando brotó, las plantas se secaron por falta de humedad.  Otra parte de la semilla cayó entre espinos que, al crecer con ella, la ahogaron.  Pero otra parte cayó en buen terreno.  Brotó y produjo una cosecha que proporcionó cien veces más de lo que se había sembrado.”
En la explicación Jesús dijo la semilla es la palabra de Dios y, “Los que están junto al camino oyen, y luego viene el diablo y les quita la palabra del corazón… Los que están sobre las piedras son los que reciben la palabra con alegría cuando la oyen, pero no tienen raíz…. La semilla que cayó entre los espinos representa a los que oyen, pero según van caminando por la vida, los ahogan las preocupaciones, las riquezas y los placeres de la vida, y no maduran.  Pero la semilla que cayó en buen terreno representa a los de corazón noble y bueno, que oyen la palabra, la retienen y, porque perseveran producen una cosecha.”  (Biblia Lucas 8)
En todas las tradiciones se dice que el universo fue creado por la palabra.  ¿Qué significa eso?  Una vibración, también representada por una luz, igualmente una vibración.  La palabra que cayó sobre diferentes calidades de tierra, el camino, las piedras, entre los espinos y en el buen terreno, es la energía vibratoria divina, Ar-Rahman y Ar-Rahim, la Bondad de Dios y somos la tierra con diferentes grados de receptividad.
Es importante notar en este punto algo sumamente importante: Jesús, como todos los profetas y maestros místicos, explicó mucho acerca de la naturaleza no sólo de la vida sino de nosotros seres humanos.  ¿Por qué explicaría acerca de algo si no pudiéramos cambiar y corregirnos?  Eso es exactamente lo que nos han dicho – que hay diferentes estados o niveles de ser y que podemos elegir entre ellos – tenemos libre albedrío, podemos hacer elecciones – tenemos la posibilidad de alcanzar altas niveles de consciencia.  Son decisiones e intensiones que tomamos.  Cada momento podemos decidir a dónde vamos.
Se dice que la mente es poderosa y crea nuestra vida.  Como hemos hablado, tenemos tres mentes.  El cerebro es un órgano físico donde están los pensamientos, las imágenes, las resonancias vibratorias y los químicos los que manda a través del cuerpo produciendo las emociones, sensaciones y la consciencia física.  Pero ninguna de esas cosas se origina en el cerebro.  El cerebro recibe sus instrucciones o del nafs/ego o de la mente real.
La “suerte”, es una cuestión de la receptividad de la tierra (la persona) sobre la que cae la energía divina.  Si somos absorbentes, buen terreno, absorbemos y retenemos la palabra (las buenas vibraciones) que se manifiestan tanto en lo insustancial como lo sustancial, es decir, como la felicidad y también beneficios materiales.
Somos como instrumentos musicales y el cerebro es como el músico que toca las cuerdas.  El son tocado por el músico (el cerebro) corresponde y resuena con vibraciones armónicamente similares fuera de nosotros, a niveles psíquicos, espirituales y materiales.  Atraemos a nosotros lo que producimos en el cerebro.  Y, tenemos la opción de escoger lo que producimos en el cerebro.
Dije, tenemos la opción de escoger, porque es una opción que la mayoría de la población de la Tierra Firme rechaza.  Imagínate estando en un cuarto lleno de cosas maravillosas pero está oscuro y no puedes ver nada.  No escoges nada porque además de que no ves, no sabes lo que hay.  Ese es el estado del hombre normal.  ¿Por qué?  Es su enfoque e intensión.  El hombre normal ve el mundo y eso es lo que él quiere.  Él no sabe que el mundo material y las cosas son no más reflejos de un mundo no visible.  Él hombre está satisfecho con sombras de la realidad pero no sabe porque es como la tierra al lado del camino o como las piedras y entre los espinos.  No ha trabajado para cultivar su suelo para hacerlo más rico y receptivo.
Continuamos con los evangelios: Dijo Jesús, “Así que no se preocupen diciendo, ‘¿Qué comeremos?’ o ‘¿Qué beberemos?’ o ‘¿Con qué nos vestiremos?’  Porque los paganos buscan con afán todas estas cosas, y el Padre celestial sabe que ustedes las necesitan.  Pero busquen en todo el reino de Dios y su justicia, y se les darán además todas esas cosas…” (Mateo 6:31)
Los budistas dicen que es el deseo que causa todo el sufrimiento en el ser humano y el mundo.  No es totalmente cierto.  ¿Qué deseas?  Eso es lo importante.  Jesús explica indirectamente en la citación de arriba que el deseo por este mundo es el obstáculo entre el ser humano y el reino de Dios o los Cielos, que quiere decir, la consciencia elevada y el alivio de toda preocupación.
¡Hay que desear!  “Pidan, y se les dará; busquen, y encontrarán; llamen, y se les abrirá la puerta.  Porque todo el que pide, recibe; el que busca, encuentra; y al que llama, se le abrirá la puerta,” (Mateo 7-8)  ¿Qué quieres?  ¿Qué debes querer?  Continuaremos, inshallah


La Tariqa Sufí Islámica Qadiri-Rifai Ansariyya

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jueves, 7 de abril de 2016

Una estudiante confundida sobre el Día de Juicio

As salam aleikum querido Sheij
¿Cómo se encuentra? Espero en Allah que todo bien para usted y los suyos.
Lo consulto con una inquietud que tengo de tiempo atrás… Siempre he tenido entendido que el día del juicio todos vamos a ser juzgados Judíos, Cristianos y Musulmanes, y que de todos habrá gente merecedora del paraíso, no he encontrado esta parte en el Corán que sea así de clara, es mas hoy leí una que me enreda mi entendido: Y quien desee otra práctica de Adoración que no sea el Islam, no le será aceptada y en la última vida será de los perdedores. Corán 3:85...también leí Corán 3:19.
Como bien lo he aprendido de usted que la diversidad religiosa es aceptada y hay algo de Allah en todos, ¿cómo podría yo explicar esta parte del Corán si alguien me pregunta?
He estado hablando con un pastor cristiano que acepta y entiende el islam pero a veces me hace preguntas muy técnicas y pues yo no sé todo, yo le digo que el día del Juicio estaremos todos y entraran al paraíso quien así lo decida Allah, no importa la religión pero después me encuentro cosas como esta y ya no puedo respaldar mi idea.
Inshalla como siempre espero su ayuda.
Ya Waduh

Salam alaikum H… –

Coincidentemente (¿?) estoy en el proceso de escribir algo que trata una parte de tu pregunta:

 “Cuando el Profeta (la paz sea con él) empezó a predicar no había musulmanes, él predicó a todo el mundo, personas que hicieron culto a ídolos, ateos, cristianos y judíos.  El Profeta (s.a.w.) y el Corán explicaron la ciencia de cómo funciona  la existencia por el amor del prójimo a todos las personas dispuestas a escuchar.

 “EN VERDAD, para [todos] los hombres y mujeres que se han sometido a Dios, los creyentes y las creyentes, los hombres y mujeres realmente devotos, los hombres y mujeres fieles a su palabra, los hombres y mujeres pacientes en la adversidad, los hombres y mujeres humildes [ante Dios], los hombres y mujeres que dan limosna, los abstinentes y las abstinentes, los hombres y mujeres que guardan su castidad, y los hombres y mujeres que recuerdan mucho a Dios: para [todos] ellos ha preparado Dios perdón de los pecados y una magnífica recompensa. (Sagrado Corán 33:35)

“CIERTAMENTE, los que creen, los que profesan el judaísmo, los cristianos y los sabeos --todos los que creen en Dios y en el Último Día y obran con rectitud-- tendrán su recompensa junto a su Sustentador; y nada tienen que temer ni se lamentarán.” (Sagrado Corán 2:62)

 El Judaísmo, el Cristianismo y el Islam son etiquetadas como las religiones de Abraham.  Abraham (el nombre literalmente significa “Padre de todos”) no era Judío, cristiano ni musulmán, era el gran ejemplo de sumisión a Dios.  También era, según la tradición cabalista, el originador de la Cábala, el predecesor del Sufismo.
El Testamento Antiguo no menciona judíos.  Jesús no mencionó cristianos y el Corán no habla de musulmanes (en algunas traducciones el traductor insertó la palabra en paréntesis pero es interpretación suya).  El Corán habla de creyentes y de “los hombres y mujeres que se han sometido a Dios” ya sean de cualquier “religión”.”
Bueno, tu pregunta es más amplia.  “El día de juicio” - ¿Qué quiere decir?  ¿Qué todos, billones y billones y billones, bueno, un sinfín de almas estamos esperando  un día específico para ser juzgado por lo que hemos hecho unos pocos días que pasamos en la tierra?  Piénsalo, ¿hay algo en el Corán que no tiene sentido?  Si no parece tener sentido es porque no hemos entendido bien.
Recuerda que el tiempo es un elemento de la vida material.  En el mundo de Dios, las dimensiones más allá del mundo material, nuestras vidas, el tiempo como sabemos no existe.  Cualquier mención del tiempo en el Corán o cualquier libro sagrado, no se puede entender literalmente.  Cada momento es el día de juicio.

¿No es Allah el ‘Adl (el Justo), también Ar Rahman y Rahim (el Misericordioso y Compasivo)?  ¿Él nos va a juzgar y castigar por lo que hemos hecho (tontamente) en unos pocos años en la tierra?  Yo no lo creo.  ¿También vamos a esperar millones de años en la tumba (Barzakh) por el día de juicio?  No podemos saber realmente lo que va a pasarnos  después de la muerte pero sabemos que continuaremos vivos, el Profeta y todas las religiones nos dicen eso.
Escribí hace tiempo sobre el paraíso y el infierno:

“… el cielo y el infierno también tienen significados más profundos – representan el equilibrio innato del universo y de todo en el universo.

Nuestros cerebros no son equipados con la habilidad de entender las realidades de las dimensiones más allá de este mundo.  Así que los sagrados escritos y los que entienden el simbolismo inherente en ellos, usan imágenes emocionales para crear un impacto, para que prestemos atención.  Entonces los predicadores “fundamentales” que no pueden ver más allá de lo literal, usan tales imágenes espantosas para asustar a la gente y ganar seguidores.  Hoy en día, aunque ganan algunos, pierden más.  Actualmente la ciencia es el idioma del día y la gente quiere escuchar la lógica.  Paradójicamente el Corán así como la Biblia, es un libro de ciencia, sólo que los significados, aunque muy claros en sus tiempos, ya no coinciden con los cerebros de hoy porque el marco de referencia hoy es tan diferente de tiempos pasados.  ¿Has tratado de leer un libro en español de hace doscientos o trescientos años?  Es casi imposible de entender.  La Verdad no ha cambiado pero nuestros cerebros sí han cambiado.
El cielo y el infierno son partes de nuestro cuerpo.  Por nuestras elecciones en el día cotidiano la estructura molecular del cuerpo se mueve cambiando tanto nuestras mentes y emociones como el desarrollo y apariencia del cuerpo energético con que vamos a continuar nuestra vida en el Más Allá.  Por eso yo he recomendado ciertas formas de ejercicios (mente/cuerpo) y meditación, para lograr consciencia de lo que está pasado en el cuerpo.  El cuerpo es la conexión, el cuerpo es un conductor de energía, estamos aquí en este mundo y en estos cuerpos para conocer a Dios y estos cuerpos contienen muchos secretos.
El cielo y el infierno son como las energías positivas y negativas – es la lucha entre las dos que produce la energía divina y el desarrollo del alma.  El nafs/ego representa el infierno y la mente (la consciencia del corazón) representa el cielo.  Dominado por el nafs y su ego, vivimos en un infierno y el proceso de dominación (lucha contra) al nafs nos lleva al cielo aquí en este mundo y vida.
Este mundo no es más que una parte de algo mucho más grande.  Sólo el cuerpo muere mientras continuaremos en otras partes – un “cielo” o un área de purificación (un “infierno”).  La verdadera naturaleza de los cielos y los infiernos no podemos entenderlo por completo con los cerebros físicos.  Para entender más hay que aprender a leer el Corán con el corazón.”

Vamos a ver las citas del Corán que mencionaste:

“Si alguien desea una religión diferente del islam, no se le aceptará y en la otra vida será de los que pierdan.” Sagrado Corán 3:85)

“Ciertamente, la Religión, para Allah, es el islam. Aquéllos a quienes se dio la Escritura no se opusieron unos a otros, por rebeldía mutua, sino después de haber recibido la Ciencia. Quien no cree en los signos de Allah,... Allah es rápido en ajustar cuentas. (Sagrado Corán 3:19)

Toda la verdad.  Pero ¿qué es el islam?  El Islam es sumisión a Dios y la aceptación de Sus leyes, las verdades de la existencia.  Sólo ha existido una religión desde los principios de los tiempos – Islam.  Abraham, Moisés, Jesús y Muhammad (la paz sea con ellos), todos predicaron el Islam.  Lo que los traductores tradujeron como “religión” era la palabra árabe “din” que no específicamente significa religión sino manera de ser, forma de vivir, actuar.  Así que lo que dicen los ayats es: La única manera de vivir correctamente es estar en un estado de sumisión y aceptación de las realidades del universo y la existencia.  Si no lo haces, no encajarás con las frecuencias energéticas del universo y la naturaleza, el patrón  que Dios instaló, hará ajustes desagradables.  Pura ciencia. 

Todas las almas están en un proceso de desarrollo y este mundo, la vida terrenal, es sólo una etapa de un viaje largo a través de muchas vidas y mundos.  El juicio e infierno son partes del proceso, no los fines.  Nuestras almas son chispas de la esencia de Dios mismo.  Todos somos parte del mismo proceso, partes de un todo.  A final de cuentas todos tenemos que terminar “musulmanes”, personas sometidas a Dios.  Pero a lo largo del camino todos vemos distinciones ilusorias, etiquetas y separaciones que no existen.  Hasta que quitemos estos espejismos quedaremos en un grado de infierno o limbo entre un estado y otro.  Como sufíes sólo queremos a Dios no ser parte de un grupo u otro.
Paz y amor,
Sheij Mohammad Abdullah

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