jueves, 26 de noviembre de 2015

La meditación y sus formas 3
por Sheij Mohammad Abdullah Ansari

Para la persona normal el cuerpo y este mundo son todo – yo soy este cuerpo y lo que pasa en este mundo es de importancia primordial.  La persona que, por una de varias razones, empieza a dudar eso y sentir la realidad de una vida y realidad más allá de esta vida terrenal, puede empezar a rechazar el cuerpo, la materialidad y menospreciar esta vida.  Si la persona sigue investigando, estudiando, haciendo practicas espirituales y/o encuentra un maestro/a espiritual, reevaluará esta óptica y llegará a entender que este cuerpo, vida y mundo son sumamente importantes y son, juntos, el camino que nos conducirá a la siguiente etapa de nuestra existencia.  Al ver el cuerpo con ojos interiores vemos un lugar, no un objeto fijo restringido por tiempo y espacio.  Y el mundo es una escuela en que debemos aprender realidades cósmicas para que pasemos al otro lado.  No aprender, es decir, reprobar el curso de estudios de esta escuela puede tener consecuencias desagradables y posiblemente permanentes.  Según este esquema hay tres grupos, los que están sumergidos y atrapados en lo material totalmente cegados a realidades más allá de los sentidos físicos, los que intuyen otra realidad y rechazan lo material creyendo que uno excluye al otro (lo material y lo espiritual), y los que han llegado a entender que todo es uno y lo material y visible es una parte imprescindible de un total mucho más grande.
Hoy en día somos diferentes de nuestros ancestros; a diferencia de ellos, quienes o entendían innatamente o tenían la naturaleza de creer y seguir ciegamente la sabiduría común (los campos energéticos del conocimiento colectivo) y a los sacerdotes y maestros; nosotros queremos razones, queremos saber por qué y queremos saber qué vamos a ganar por dedicarnos a cualquier actividad.  Por esa razón hablamos con más profundidad del proceso y funcionamiento de la meditación y sus formas no normalmente consideradas como meditación y por qué nos conviene pasar tiempo en ellas.
La religión común insta a la gente a buscar la “salvación”.  Nos amenaza con el infierno y nos incita con varias versiones del paraíso.  La vida cotidiana ya nos ha devorado a un grado que la salvación buscada por la mayoría es salvación de las dificultades y el sufrimiento experimentado física, emocional y materialmente en esta vida dura.  Y el paraíso que más quiere la gente es puramente material o por lo menos, alivio del sufrimiento que hace su vida difícil.  Aún los ancianos fieles para que ya no tengan esperanza de una felicidad mundana, esperan una vida celestial en el cielo después de la vida pero que se asemeja a un paraíso material en donde todo es bonito según sus sueños y gustos.
Bueno, ¿crees que eres diferente?  Todos hemos pasado por un proceso de lavado de cerebro en que el mundo en que vivimos nos ha convencido que él es todo.  Hemos digerido esta idea aún cuando decimos que no.  ¿Cómo?  Aunque proclamamos que creemos en una realidad más allá de lo material, estamos llenos de preconcepciones, imágenes y deseos de cómo es la “realidad más allá”.
Hay tantas cosas notados en el mundo físico por los físicos, astrónomos y cosmólogos científicos que no tienen explicación más que fuerzas invisibles y misteriosas, que es ahora aceptado por la mayoría de los científicos que lo material visible constituye no más que el 5% por ciento del universo.  Hablan de material y energía oscura que nadie sabe que es.
De algunas maneras los científicos son mejor que nosotros.  Ellos deducen realidades más allá de lo visible basadas en realidades que han visto y pueden medir.  Ellos están dispuestos a cambiar de opinión si descubren nuevos hechos y no hay espacio en ellos para sus deseos personales.  No importa si su matrimonio anda bien o mal, su hijo ha metido en la drogadicción, no alcanza para todos los gastos o cualquier problema personal – los hechos son los hechos.
No obstante la actitud superior del científico en general, alguien que busca la realidad en la rama espiritual, ya que sea la razón, tiene algunas ventajas sobre el científico, si entiende bien la verdadera naturaleza del ser humano, busca las repuestas dentro.  Dentro de nosotros se encuentra un espacio mucho más grande de todo el universo que los científicos pueden observar o medir y todo eso es accesible a los que tienen la voluntad y paciencia de persistir en el trabajo necesario.
Pero eso requiere que tengamos la actitud de los científicos la cual parece, aunque ellos no estarán de acuerdo, la esencia de la religión, que es sumisión total a Dios.  Es decir, tenemos que liberarnos de nuestras propias ideas de como deben ser las cosas y ver el mundo y la vida de forma totalmente objetiva.  Los budistas dicen que el deseo es el origen de todo sufrimiento.  El deseo (material) no es más que otra manera de expresar nuestro rechazo a Dios o el cosmos como es y la sumisión es otra manera de expresar el estar en armonía con el universo.
Como el científico ve que el universo se está expandiendo a una velocidad cada vez más rápida, en contra de toda ley física y racional y deduce que tienen que haber otras fuerzas no visibles involucradas, si nos vaciamos de nosotros mismos o más bien el nafs/ego que nos quiere dominar, más que deducir que hay más de nuestra realidad que lo visible y normalmente perceptible, podemos experimentar esa realidad y mucho mucho más.
Esas ideas no pertenecen a sólo una tradición espiritual, existen en todos las ramas auténticas.  Aquí en México existía y si Dios quiere, existe gente que ha experimentado la verdad.  El chamán Yaqui don Juan Matus, sobre quien el antropólogo Carlos Castaneda escribió, usaba términos diferentes pero expresó realidades idénticas que los esotéricos de todos los tiempos ya sean judíos (cabalistas), cristianos (gnósticos) o musulmanes (sufíes).  Dijo, “…en el universo hay una fuerza inmensurable e indescriptible que los brujos llaman intento y que absolutamente todo cuanto existe en el cosmos está enlazado, ligado a esa fuerza por un vínculo de conexión.  Por ello, el total interés de los brujos es delinear, entender y utilizar tal vínculo, especialmente limpiarlo de los efectos nocivos de las preocupaciones de la vida cotidiana.”
La limpieza de  “preocupaciones de la vida cotidiana” es el primer paso en la senda espiritual.  Es también lo que todos quieren aún si no creen en o quieren saber o experimentar lo desconocido.  Todos quieren la paz y la liberación de estrés y la preocupación si es sólo para relajarse un poquito.  Bueno, eso se logra vaciarse y haciendo contacto con la fuerza divina que penetra todo lo existente.  Esa fuerza nos limpia y abre canales hacia el conocimiento y nos libera.
Desde los principios de los tiempos han existido métodos para hacer contacto con esa fuerza.  Continuará.


      La Tariqa Sufí Islámica Qadiri-Rifai Ansariyya
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