Intención #4
por
Sheij Mohammad Abdullah Ansari
Puede ser que aprovechamos
situaciones favorables, o tal vez desfavorables pero con agallas, mucha fuerza
de voluntad y persistencia, hemos logrado éxito en la vida. Materialmente estamos cómodos o quizás hasta
ricos. Bueno, por lo menos tenemos todo
lo que necesitamos y podemos mirar y calificar nuestra vida con
satisfacción. El gran error que
cometimos en este punto es creer que lo hicimos por nosotros mismos o que somos
responsables de este éxito. Patrañas. La estructura y oportunidades fue arreglada
por Dios, sólo caemos en el río de oportunidades, hasta tropezamos en el.
No creas que estoy hablando con
fatalismo. De ninguna manera. La vida nos presenta oportunidades y
posibilidades. Exactamente como podemos
escoger en cada momento entre conducta moralmente correcta o incorrecta,
podemos escoger entre las posibilidades materiales que la vida nos presenta. Pero, a final de cuentas, todo fue arreglado
por un poder más grande. Y todo tiene un
propósito más grande que nuestra conveniencia material.
De igual manera, algunos nacen
sin ninguna oportunidad o con posibilidades limitadas debido al lugar dónde
nacieron, su familia y educación o hasta las capacidades o incapacidades de su
cerebro. Ni podemos tener crédito por la
calidad de inteligencia que tenemos. Estar
orgullosos por ser listo es estúpido como es sentirse mejor por ser apuesto o
bonita. La cantidad de condiciones en la
vida sobre las que no tenemos ningún control son astronómicas. Lo que tenemos es el libre albedrío, la
capacidad de escoger entre las posibilidades y la elección de ser flojos o lo
contrario, tomar toda ventaja de las mejores posibilidades presentadas.
En la escuela de la vida el
gran pecado es no actuar. Podemos
cometer errores y todos lo hacemos. De
hecho, cometer errores es el método de aprendizaje, casi un requisito de esta
escuela. Los que reprueban son los que
no aprenden de sus errores y por eso los repiten una y otra vez, y los que
aprenden pero no se esfuerzan en corregirlos.
Pero también reprobamos por creer que por aprender y corregir los
errores, hemos hecho una gran cosa. No,
sólo hemos cumplido con los requisitos básicos de la escuela. Tan pronto que nos sentimos satisfechos o
orgullosos por lo que “hemos hecho” el progreso se para, nos estancamos.
Alguien que tiene la
posibilidad de ser rico honradamente y no lo hace es un tonto igual que él que
lo hace pero no entiende que todo fue un regalo – parte de un plan en el que él
sólo jugó su parte. Es igualmente tonto
llorar por falta de riqueza, lo que muestra ignorancia del propósito de la
vida.
El curso de una vida y sus
múltiples posibilidades están expuestos a los que entran en la senda espiritual
y trabajan en sí mismos. En este camino
hay señales en cada vuelta que nos dirigen a un rumbo más adecuado para nuestro
bien. Al nafs/ego no le gusta eso. Aún si Dios dice que eso o esto es la mejor
cosa para ti, el nafs se ofende creyendo que él sabe más. Así que el nafs y su ego bloquean nuestra
habilidad para ver las señales. Aún así
los patrones divinos son tan fuertes que muchos caemos torpemente en la
proximidad de nuestro destino preferible.
Pero, al fin y al cabo una vida con decisiones inconscientes, sin escoger
conscientemente a Dios por encima del nafs y su ego, es un fracaso – esa
persona ha reprobado el curso.
No sólo que es lo normal estar
inconsciente de este proceso, de las oportunidades y elecciones y caer o
tropezar en situaciones favorables o desfavorables sin querer o saber sino que
pocos son los que entienden la base científica de las emociones o sensaciones,
virtudes y anti-virtudes como el agradecimiento, el orgullo y otras.
No son, en realidad, emociones
ni sensaciones. Las emociones y
sensaciones son cosas físicas del cuerpo.
El enojo, la tristeza, la depresión, el miedo y otras emociones
negativas sumamente dañinas se manifiestan en el cuerpo como resultado de un
proceso físico – electro/químico. El
cerebro produce neurotransmisores causando una reacción tangible en el cuerpo. Hemos hablado de eso en otros lugares, tanto
las causas como sus remedios. El amor, la
compasión, el agradecimiento, la comprensión y lo contrario, el orgullo, la avaricia,
el odio, etc., son de índole diferente.
El amor y sus variaciones como
la compasión, el agradecimiento, etc. son frecuencias de ondas como también son
las anti-virtudes como el orgullo, la arrogancia, el odio – bueno, para ser
preciso, las anti-virtudes como los mencionados arriba son en realidad los
aspectos negativos del amor. Técnicamente
las anti-virtudes ocurren al salir de la sintonización o al perder la conexión
con la frecuencia amor.
El propósito de muchas formas
de meditación así como ejercicios espirituales o trabajos sobre uno mismo, son para
transformar el amor propio al amor universal.
Si piensas en términos de ondas, que es la realidad del universo y todo
lo que contiene, es fácil ver como una forma de amor es pequeña, restringida,
limitada y miope y la otra de grande e ilimitada. ¿Acaso crees que estoy hablando metafórica o
conceptualmente? No, como las señales
que llenan el camino de nuestras vidas y los patrones divinos que subyacen la
existencia, la onda de amor y sus variaciones, así como muchas otras
frecuencias y/o conexiones “extraterrestres”, son reales y tangibles para los que
tienen ojos y sentidos para ver y sentir.
Los ojos y sentidos de que hablo son los que se desarrollan sólo con intensión
y esfuerzo.
La religión formal habla del
amor y el agradecimiento, son términos a los que todos estamos acostumbrados. Pero ya no tienen los significados que
tenían. El cambio de percepción no está
en las palabras sino en nosotros y también en los tiempos. Cuando un profeta habló del amor sus
seguidores lo sentían. Cuando habló de
agradecimiento, lo sentían y hasta lloraban con gratitud. Era obvio lo que significaba y su realidad era
comunicada sin explicaciones verbales con el poder del profeta.
Los tiempos han cambiado. Podría decir que nos hemos alejado tanto de
la realidad que se nos capa el verdadero significado de esas realidades pero no
es exactamente así. Es verdad que no
captamos los verdaderos significados de esas cosas pero no es por
alejarnos. Es que estamos llenos, tan
llenos que no sentimos, no experimentamos, esas conexiones vibratorias. Las ondas no penetran.
Si supiera la gente el gran
poder que tenemos, el poder de escoger.
Podemos escoger ser felices, tener una vida llena de amor, tener buena
suerte y mucho más. En lugar de eso es
más común escoger estar enojados, tristes, deprimidos y con miedo. Esas son drogas y la gente es
drogadicta. Primera desarrollan hábitos
de las emociones negativas entonces la mezcla de químicos en el cerebro y
cuerpo cambia y se hacen adictos a hormonas provocadas y producidas por ellas.
¿Por qué tiene miedo uno? ¿Por qué está enojado? ¿Por qué se siente lastimado por otros? ¿Por qué está deprimido? Es porque toda la atención está enfocada en
uno mismo. Lleno de uno mismo nada más puede
entrar. Deja de pensar en que eso es un
simple concepto y entiende que estamos hablando de realidades sólidas. El universo está lleno de la fuerza o energía
divina. Es nuestro sentido o estado de
importancia personal el que bloquea la entrada de todo lo bueno de que Dios o
el Cosmos o el Universo o la Luz
o como quieras llamar a Allah, nos está esperando llenar. Por cada paso que damos al reducir el gran YO
en nosotros, la Energía Divina
aumenta su presencia, reemplazando de lo malo.
El proceso de hacerlo es una cuestión de enfoque y elecciones.
Continuamos con más de eso, la solidez
y manejo de lo que parecen meras palabras.
La Tariqa Sufí Islamica Qadiri-Rifai Ansariyya
mojamadabdula@gmail.com Skype: mojamad.abdula mohammad.abdullah.18041@facebook.com sufiansariblog.blogspot.mx
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